James había ganado. Había sido una victoria arrolladora sobre Jonathan. La multitud aplaudió. Esta vez, los presentadores no intentaron silenciar a la multitud. Las aclamaciones solo se detuvieron después de diez minutos. La sonrisa de hace un momento de Jonathan había desaparecido y fue reemplazada por un ceño fruncido enojado. No podía creer que alguien tuviera una habilidad tan increíble en medicina. Él creía firmemente que Jay y los demás habían conspirado juntos para humillarlo. “¡Quiero otra ronda!”, exigió Jonathan con irritación. Con una mirada imperturbable, James se volteó hacia él. “Claro, eres libre de elegir lo que quieras”. “Prepararemos un veneno como el anterior contra Jay. Esta vez, aumentaremos el número de hierbas a diez mil. Usaremos las diez mil hierbas y crearemos un veneno para que la otra parte lo consuma”. “Claro”, dijo James sin la menor vacilación. Thea estaba preocupada. Tiró suavemente de las mangas de James y susurró: “Él podría est

La batalla del siglo estaba a punto de comenzar. Esta era una batalla en nombre de la herencia cultural. Si James perdía, tendrían que reconocer a la Medicina de Goryeo como el verdadero camino de la medicina. Jonathan, por otro lado, podría aprovechar esta oportunidad para difundir la Medicina de Goryeo por todas partes. James necesitaba ganar. No tenía otra opción. Kevin miró a los participantes. “¿Están listos?”. “Sí”. “Estoy listo”. James y Jonathan asintieron al mismo tiempo. “Tres… Dos… Uno… ¡Comiencen!”. Jonathan se puso inmediatamente a hurgar entre las hierbas con Lucas a su lado. Buscaron las hierbas mientras discutían en voz baja. Había una gran variedad de hierbas. Había infinitas posibilidades cuando se trataba de inventar un veneno con tantas hierbas a su disposición. Jonathan y Lucas querían crear un veneno mortal que fuera casi imposible de curar. Mientras tanto, James deliberaba frente a los estantes. Se tomó su tiempo para examinar cada h

Como el equipo que James había pedido era de uso común por parte de los médicos, todo estaba preparado en solo unos minutos. El personal entregó el veneno que cada parte había preparado a la otra. James tomó su porción. Era una botella de cerámica transparente. Dentro había un poco de polvo blanco. James abrió la botella y vertió un poco en su mano. Luego, lo olió superficialmente. Al ver esto, Jonathan se rio. “Según lo que acordamos, no tenemos tiempo para examinar el veneno. Sin embargo, como no hay cura para mi veneno, te daré algo de tiempo para que lo analices. No es como si marcara una diferencia en el resultado de la competencia”. Mientras decía eso, sacó el veneno de James. Sin siquiera mirarlo, se lo entregó a Lucas. Lucas era un experto en medicina. Llevaba décadas dedicándose a ella. Todo este tiempo, había estado investigando hierbas y experimentando con ellas. Como su inmunidad a los efectos secundarios de los medicamentos era fuerte, ningún veneno común pod

“Thea”, llamó él. “¿Sí?”. Thea se acercó rápidamente. James apartó la mirada con timidez. “D-desabróchale el sostén. Después, sujeta su sostén desde el frente. No dejes que se caiga al suelo. La trataré por atrás”. Thea dudó por un segundo. Entonces, ella dijo con un asentimiento de cabeza: “Está bien”. Rápidamente desabrochó el sostén de Delilah y se colocó frente a ella. De esa manera, incluso si el sostén se cayera, su cuerpo desnudo no quedaría expuesto. La espalda desnuda de Delilah era una historia diferente. Fue expuesta a la multitud y al público de todo el mundo. James retiró rápidamente las agujas de plata en la espalda de Delilah. En cuanto las agujas de plata fueron retiradas de su piel, sangre oscura y negra brotó de las aberturas y fluyó lentamente por su cuerpo. Con agujas de plata en la mano, James comenzó a trabajar rápidamente una vez más. Pronto, la espalda de Delilah estaba llena de agujas de plata. “Dame el alcohol y el encendedor”. Christine

El cuerpo de Delilah todavía contenía restos de veneno. Jonathan, por otro lado, estaba sudando profusamente por el pánico. Había utilizado todos los medios a su alcance. Sin embargo, no pudo liberar las toxinas del cuerpo de Lucas. Sus agujas de plata, tratamiento de acupuntura y otros métodos se volvieron completamente ineficaces. Habían pasado tres minutos. Intentó mirar cómo le estaba yendo a James. Sin embargo, la multitud bloqueaba su vista. No podía saber qué estaba pasando allí, ni podía inferir nada sobre la condición de Delilah. Después de la serie de procedimientos de desintoxicación, James miró a Delilah, que estaba acostada en la cama, y preguntó: “¿Cómo te sientes ahora?”. “¿Cómo debería decirlo?”. Acostada en la cama, Delilah no podía entender cómo se sentía exactamente. Después de una breve contemplación, dijo: “Me siento un poco mareada. Mi cuerpo está caliente en un momento y frío al siguiente, pero no me siento incómoda”. James preguntó: “¿Puedes pa