Jorge se quedó callado por un momento, luego le dijo con frialdad: —Presidente Arámbula, esto es un caso de homicidio, tenemos que manejarlo."Usted va a ser el primero en ser manejado, ¿sabe de la relación que existe entre su jefe y nosotros?” Sin el apoyo de nuestra señorita, ¿cree que él podría haber asegurado su posición? No olvide que apenas anoche se levantó de encima de Leia.En los ojos de Jorge brilló un destello feroz, pero después de un leve momento, dijo con una voz calmada: —Lo haré, pero más le vale que se apure, la opinión pública no tardará en reaccionar.—Me encargaré de ello. Jorge terminó de hablar y colgó inmediatamente el teléfono con un rostro feroz.La verdad es que no quería amenazar a Jorge a menos que fuera absolutamente necesario, pero en ese momento no tenía otra opción, tenía que controlar pronto la situación.Después de pensarlo un poco, llamó a su secretario y dijo con los dientes apretados: —Haz que la banda de las Siete Estrellas entre al hotel, desaloj

Nico, acompañado de su equipo, se apresuró a seguir adelante.El incidente podría convertirse en la noticia más explosiva de Vallemar, y Nico no sabía si temblaba de miedo o lo hacía de emoción, con la cámara en sus manos temblando sin parar....Oficina del Presidente.La secretaria, con documentos en mano, se los entregó apresuradamente al presidente Jaime.Jaime echó un leve vistazo y frunció levemente el ceño diciendo: —Manténganse atentos e informen sobre cualquier novedad.—Sí señor....Villa de Nora.Sebastián, secándose el sudor, entró muy tembloroso al vestíbulo.Haber sido convocado por la joven dama lo había llevado al límite de su ansiedad.Mirando aquella delicada figura de espaldas, sentía como si enfrentara a un terrorífico tiranosaurio.—Señorita, dijo Sebastián haciendo una reverencia de noventa grados, el sudor de su frente goteando poco a poco sobre el pulido y lujoso suelo.La silla giró lentamente y Nora sostuvo un Bloody Mary, tomó un pequeño sorbo y observó en s

El suicidio de Sebastián no fue suficiente para calmar la tormenta desatada, era claro que la Casa Presidencial había intervenido con mano dura.Ella sabía, por supuesto, que esto era obra de Jaime agitando las aguas en su beneficio. Una vez que toda la verdad saliera a la luz y los medios no pudieran ocultarla más, frente a la opinión pública nacional, el grupo PinnacleFuturo tendría que salir a admitir sus errores y disculparse.De ser así, el Fiscal General y el Director de Seguridad serían reemplazados por gente de Jaime, y el Grupo PinnacleFuturo perdería por completo su control sobre el gobierno.Durante mucho tiempo, habían luchado contra la Casa Presidencial, manteniéndose siempre en ventaja. Varios presidentes se habían visto obligados a anunciar políticos acordes a sus deseos, generando así enormes beneficios para el grupo y fortaleciendo su colectividad. Pero si ahora se ven obligados a admitir errores, ya no podrán entonces controlar a Jaime, y los intereses del grupo suf

Efectivamente.Solo unos minutos después, la llama de fuerza mental en la enorme espada del adversario se extinguió completamente.La fuerza mental desplegada de inmediato empezó a retraerse poco a poco; obviamente, ya no podía sostener un consumo tan grande de fuerza mental.La oportunidad había llegado.En la oscuridad, como una entidad de sombras, Gray se movía con gran agilidad sigilosamente, siguiendo de cerca la fuerza mental retractándose del otro.Tan solo necesitaba acercarse lo suficiente para asestar otro golpe mortal.Parecía que esta vez el otro definitivamente no tendría suficiente fuerza mental para defenderse.Toda su fuerza mental se retraía como la marea hacia su interior, incluso recogió con rapidez su espada de decapitación.Gray sonrió en su dominio de oscuridad; los daños físicos no le afectaban aquí, y ahora estaba a solo un metro de distancia de Simón.Pero no se apresuró en ese momento a atacar.Quería ver si el otro tenía algún otro as bajo la manga, ya que su

—No te pongas nervioso, dijo Nora con indiferencia. —Solo como precaución, temía que fracasaras, por eso les pedí a dos ancianos que vinieran de parte de mi padre. Realmente no quería que ellos intervinieran, pero desafortunadamente, en realidad me has decepcionado un poco.—Lo siento, dijo Gray inclinando profundamente la cabeza una vez más.—Prepárate para luchar; él vendrá pronto, instruyó Nora.—¿Qué?, exclamó Gray sorprendido.En ese momento, el anciano jorobado suspiró y dijo: —Debes tener algunas marcas dejadas por él en ti. Escapar hasta aquí hace difícil evitar ser seguido.—Pero también es muy bueno, así no tenemos que ir a buscarlo, comentó el hombre de cejas espesas.Entonces Nora sonrió ligeramente y le dijo: —Entonces muchas gracias por su valiosa ayuda.—No es nada, respondieron los dos con una sonrisa al mismo tiempo-.Nora miró a Gray y frunció el ceño diciendo: —Te daré otra oportunidad. Si ustedes tres santuarios no pueden matar a ese tipo, entonces no me quedará más