Capítulo 558
Sabrina estaba profundamente dormida en los brazos de Sebastián esa noche y descansaba dulcemente y sin pesadillas. Sin embargo, muy lejos, en Ciudad Kidon, Selene no dejo de llorar durante toda la noche.

Lloraba tanto que su voz se había vuelto ronca, sus ojos estaban rojos e hinchados y sus ojeras eran profundas y abultadas. Cuando el médico llegó para revisar al Viejo Amo Shaw por la mañana, miró a Selene y creyó ver un fantasma.

Una de las empleadas del hospital estaba tan aterrada que casi rompe en llanto al ver a Selene.

La mirada de Selene estaba aturdida y vacía.

Después de examinar al Viejo Amo Shaw, el médico le dijo que se había recuperado por completo y salió de la sala. Selene se puso delante del Viejo Amo Shaw en ese momento.

"Abuelo...". Su voz estaba ronca.

El Viejo Amo Shaw sintió como si un cuchillo le hubiera atravesado el corazón al ver a su nieta así. Su voz envejeció en un instante: "¡Selene, mi buena nieta! Siempre te lo he dicho. Debes estar tranqui
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