Capítulo 241
Al escuchar esto, Francisco pudo contener su ira, pero frunció el ceño y dijo: —Es la primera vez que nos encontramos, y es un feliz evento para ambos jóvenes, por el bien de Sofía, no atiendo a este asunto.

—Que no se repita, repitió Nuria, disculpándose una y otra vez y enseguida dijo con adulación: —Alberto, la vez pasada te mencioné lo de mi hijo y la oportunidad de trabajar en nuestro pueblo, ahora que está el líder aquí, ¿puedes confirmarlo?

Después de hablar, Nuria los miró fijamente a ambos, llena de expectación.

Simón finalmente entendió por qué Nuria estaba tan preocupada por el asunto de Sofía; todo esto tenía que ver con el futuro de su hijo.

Pensando en esto, Simón no pudo evitar sacudir la cabeza y sonreír ligeramente.

Al ver esto, Nuria de inmediato exclamó: —¿Qué quieres decir con eso?

—Nada, dijo Simón frente a Sofía, sin querer dañar la imagen de su familia, así que al instante se contuvo.

Sin embargo, Nuria parece haber tocado un punto muy sensible y refunfuñó: —Son
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