Capítulo 261
Las dos muchachas se rieron, como si hubieran visto a un simple bobo.

Simón se sonrió, suspirando. —Oh. ¿A dónde te has metido, jefe?

—Te lo digo ahora— El hombre de pelo corto se jactó, —Este es el señor Agustín Caín de la empresa Fosun, con un valor en el mercado de millones, una figura muy prominente en Valivaria. ¿Quién no le daría el debido respeto a él?

Simón se quedó atónito. ¿Cómo es que entonces nunca había oído hablar de él?

En ese momento, Miguel, Lucía y Daniela venían charlando y riendo. Al ver la escena, se acercaron de inmediato.

Miguel preguntó algo curioso: —¿Qué está pasando?

Pedro le explicó rápidamente a un lado, —Estos tipos entraron a la fuerza en la Isla Lacustrina y se niegan a irse.

—Vale— Miguel encogió los hombros.

Fue entonces cuando Simón dijo: —Este es el señor Caín de Fosun, parece bastante impresionante, ¿alguien lo conoce? Lucía negó con la cabeza, —No lo conozco, tengo que ir a trabajar, hasta luego.

Miguel sacudió la cabeza también, —No tengo idea de
Continue to read this book on the App

Related Chapters

Latest Chapter