Capítulo 288
¡Por dios!

La figura de Máximo de repente fue lanzada hacia atrás, escupiendo sangre, hasta que chocó con la pared detrás de él, creando una abolladura en la pared antes de caer lentamente al suelo.

Simón soltó un respiro bastante frío, se paró con las manos atrás, mirando indiferentemente a Máximo, quien yacía en el suelo incapaz de lograrse levantar.

En ese momento, la multitud lanzó exclamaciones de asombro, mirando a Simón con ojos incrédulos, como si hubieran visto un fantasma.

Algunas personas, aún más impactadas, se levantaron de sus asientos en estado de shock. Fabio palideció por completo y se desmayó del susto.

Marcos no podía creer que Simón hubiera herido gravemente a su hermano con un solo golpe. En medio de su gran asombro, un sentimiento de miedo lo invadió, y sin darse cuenta, soltó de inmediato la mano de Isabel.

Isabel, sorprendida, se cubrió la boca, sin poder creer lo que veía. ¿Era esto algo que un ser humano podría lograr?

En ese momento, Sancho de repente abr
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