Capítulo 305
En el Sagrado Dominio, ¿cuántos Sagrados Dominios entonces, existen realmente?

Eulalia se volvía cada vez más alegre al pensar en esto.

En medio de la niebla venenosa, Simón manejaba ágilmente su espada con calma, desatando un poderoso flujo espiritual con cada corte, eliminando uno a uno a los muertos vivientes.

Simón no sentía ningún tipo de molestia ante la niebla venenosa que explotaba de los cadáveres, simplemente ignorándola mientras se concentraba en la matanza.

Con cada caída de un muerto viviente, Simón avanzaba con gran destreza entre la multitud.

A medida que la batalla continuaba, el rostro de Eulalia se volvía aún cada vez más sombrío.

Aunque la mayoría de los muertos vivientes ya habían caído, la intensidad de la batalla aún no disminuía. Sorprendentemente, ese individuo no mostraba signos de envenenamiento ni de fatiga alguna, a pesar de la persistente amenaza de la niebla venenosa.

Eulalia se sentía bastante perpleja. Incluso un maestro en el pico del reino espiritua
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