Capítulo 396
Mientras tanto, Simón miró a Eduardo con ceño fruncido y preguntó: —¿Nos conocemos de antes?

—Señor, hace algún tiempo, asistí a un evento organizado por la familia Aguilar y tuve el honor de presenciar su esplendor, — dijo Eduardo con mucho respeto.

Aquella batalla había dejado en Eduardo una impresión imborrable.

Simón, como un dios celestial descendiendo, con una autoridad impresionante, eliminó directamente a Gonzalo, quien ya había alcanzado el nivel de Dominio Sagrado después de ser embrujado. Tal fue el poder asombroso de ese momento.

Este tipo de poderoso individuo era algo que Eduardo sabía que nunca alcanzaría en toda su vida y que requeriría que mirara hacia arriba durante el resto de sus días.

Simón asintió lentamente, en aquel entonces, había cientos de personas presentes y no recordaba a todos.

—Parece que fuiste invitado por Raúl, — dijo Simón lentamente.

Eduardo se apresuró a decir: —No se atrevería, Raúl solo mencionó que alguien dañó sus instalaciones y los atacó. Me
Continue to read this book on the App

Related Chapters

Latest Chapter