Capítulo 469
La tercera forma de Cadilaya apareció, su velocidad, fuerza o energía qi, había alcanzado su punto máximo en el Dominio Sagrado.

Las espinas óseas en su cuerpo llevaban consigo tres grandes propiedades: furia, perforación de armadura y heridas graves. Cualquier toque de estas resultaba en consecuencias mortales.

Ante la tercera forma de Cadilaya, un Dominio Sagrado ordinario no tenía posibilidad alguna. En ese estado, había perdido completamente la razón, sin sensación de dolor ni retroceso. Esta furia sanguinaria hacía que muy pocos se atrevieran a enfrentarse directamente a él.

Ivette y Constantino estaban bastante nerviosos, incapaces de predecir si Simón pudiera resistir la forma tercera de Cadilaya.

Si Simón fuera derrotado, con el estado frenético actual de Cadilaya, toda la ciudad podría convertirse en su tumba.

Después de dudar por un momento, Constantino se deshizo de las cadenas de su fe.

Ivette, apretando los dientes, sacó silenciosamente una botella de líquido rojo, lista p
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