Capítulo 481
Isabel se sentó al borde de la cama con una apariencia frágil y atractiva, dejando a Simón algo desconcertado.

—Señor, ¿crees que soy muy irrespetuosa?, preguntó Isabel con mucha timidez y vergüenza.

Simón tosió y dijo bastante apenado: —Ya casi es otoño, ten cuidado de no resfriarte.

—Señor, en realidad sé que no estoy a tu altura, pero si me necesitas, no te molestaré, me sentiría muy honrada. Y, además, soy virgen. Isabel mordió su labio, con el rostro sonrojado, revelando completamente sus sentimientos.

Simón frunció levemente el ceño y se acercó con suavidad a Isabel.

Ella cerró los ojos y se recostó lentamente.

En ese momento, Simón tomó una manta y la cubrió, diciendo: —Si estás cansada, descansa un poco, partiremos cuando sea el momento.

Isabel rápidamente se cubrió la cabeza con la manta y con una voz tenue le dijo: —Entendido, señor.

Simón negó con la cabeza y se sentó al borde de la cama para fumar, incapaz de aprovecharse de la vulnerabilidad de ella.

El tiempo pasó poco a
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