Capítulo 490
En el momento crítico, Simón, con un resoplido frío, extendió su mano y una enorme fuerza de succión atrajo rápidamente a Manuel, quien quedó atrapado por completo en su agarre.

Sin darle tiempo a hablar, Simón le propinó una patada que le rompió por completo una pierna.

Los gritos de dolor de Manuel resonaron cuando Simón le fracturó un brazo.

Casi desmayado por el dolor, Manuel fue arrojado al suelo mientras Simón lo observaba con una mirada fría e indiferente.

Verónica estaba tan aterrorizada, escondiéndose en una esquina, y los líderes de las subsidiarias del grupo Brisamar Industrial también estaban totalmente paralizados por el miedo.

Simón dijo con calma: —Esto es lo que les pasa a los que abusan de su poder. Recuerden, en este mundo hay muchos más poderosos que ustedes. Ante mí, son menos que nada.

Sus palabras eran de una autoridad absoluta, y nadie se atrevía en ese momento, a hacer el menor ruido en su presencia.

Entonces, Simón levantó a Manuel y le dijo: —Traigan a Oli
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