Capítulo 365
“¡Ataquen! ¡Atrápenlos!”.

Decenas de guardias de seguridad cargaron ferozmente hacia delante con sus bastones eléctricos. El más cercano a ellos levantó repentinamente su bastón eléctrico y lo agitó hacia la cabeza de James.

James levantó la mano, tomó el bastón eléctrico y golpeó la muñeca del guardia de seguridad.

“¡Argh!”.

El guardia de seguridad gritó de dolor.

Seguido, James pateó su pecho, haciendo que el guardia de seguridad fuera instantáneamente derribado hacia atrás, aterrizando fuertemente en el suelo y gimiendo de dolor.

James y Henry habían pasado por cientos de batallas y por innumerables situaciones casi mortales. Estas docenas de guardias de seguridad no eran nada comparadas con sus anteriores oponentes.

En tan solo un minuto, todos los guardias de seguridad que se habían acercado a ellos yacían en el suelo, inconscientes o atormentados por el dolor.

Último piso, oficina de Yuna.

Una atractiva secretaria entró corriendo en la habitación, sin aliento y nerviosa.
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