Capítulo 378
Los luchadores no querían matar a James en el estado en que se encontraba.

Todos querían derrotar a James en una pelea justa y reclamar el título de luchador número uno del mundo.

Willy, quien había salido volando antes, se levantó del suelo y gritó con furia: “¿¡Tienes idea de lo que estás haciendo!? ¿De verdad crees que tu montón de debiluchos puede derrotar al Dragón Negro? ¡Contrólate! ¡Te estoy ordenando que lo mates ahora!”.

James se agachó. Miró a Henry en el suelo y le tomó el pulso.

El rostro de James se tornó sombrío.

Marcó con rapidez los puntos de acupuntura vitales en el cuerpo de Henry y sacó algunas agujas de plata.

Con destreza, insertó cinco agujas de plata en los puntos vitales de acupuntura de Henry.

La vida de Henry pendía de un hilo.

James tenía que terminar la batalla lo antes posible. Necesitaba sacar a Henry de aquí y tratar sus heridas.

De lo contrario, sería demasiado tarde.

Willy sacó su arma una vez más.

“Te mueves y estás muerto”.

Los veintiocho
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