El Club Glorioso tenía quince pisos.Aparte del vestíbulo de la primera planta, las otras catorce se utilizaban como lugares de entretenimiento.Entre ellos, del segundo al décimo piso había habitaciones privadas de diversos tamaños y estilos. Incluso las habitaciones privadas para los miembros ordinarios de la categoría Clásica eran extremadamente lujosas, por no hablar de las habitaciones privadas destinadas a los miembros VIP de la categoría Oro. Esas habitaciones privadas eran simplemente dignas de un rey.En cuanto a las plantas, desde la undécima a decimocuarta había piscinas, un jardín en el cielo, así como instalaciones de ejercicios y entretenimiento para los socios.Entre todas las plantas, la decimoquinta era la más lujosa.Al llegar a la decimoquinta planta, Charlie pudo percibir el extremo lujo que le rodeaba nada más salir del ascensor.La decoración y el diseño de esta planta eran simplemente extraordinarios y cada rincón de la planta era extremadamente lujoso y el

Charlie se rió a carcajadas ante el comentario de Jeffrey. No se agitó por ello, sino que le miró con una sonrisa tranquila y le preguntó: "Entonces, dime, ¿por qué crees que no pertenezco a este lugar?".Jeffrey le devolvió la mirada pomposa y resopló: "¿Eh, realmente necesitas que te lo diga? ¡Por supuesto que no perteneces a este lugar! Mira tu ropa desaliñada... caramba, ¡tienes incluso peor aspecto que esos aparcacoches!".Charlie se rió. "Lo que me pongo es mi elección. ¿Acaso el Club Glorioso tiene un código de vestimenta que sus clientes deben seguir estrictamente?".Jeffrey se burló. "Por supuesto que no. Puedes ponerte lo que quieras, pero este es un club sólo para socios. Los que no son miembros están estrictamente prohibidos”. Miró a Charlie con desdén. "¿Eres un miembro Clásico aquí?".Charlie negó ligeramente con la cabeza. "No"."Entonces, ¿eres un miembro de Plata?"."No".Resonó una mueca de desprecio. "¡No me digas que eres miembro de Oro!".Charlie extendió l

Mientras el fuerte gruñido de Oscar resonaba en el pasillo, Jeffrey esbozó una sonrisa malvada en su rostro. Miró a Charlie y se burló: "Uh oh, el Tío Oscar está aquí. ¡Estás bien muerto, perdedor! Ni siquiera los dioses pueden salvarte ahora".Luego, se dirigió a Oscar, señaló a Charlie y se quejó: "Tío Oscar, aquí hay un perdedor que no sólo se hace pasar por miembro de este club, sino que además le falta el respeto a la señorita Moore. Debes darle una lección”.Oscar frunció el ceño al ver al director que Jeffrey señalaba, pero sus ojos envejecidos no veían tan bien, por lo que no podía reconocer a Charlie desde la distancia. Sin embargo, podía ver a Jeffrey, ya que estaban de pie más cerca el uno del otro.Como Jeffrey era el hijo de su viejo amigo, estaba más familiarizado con él y confiaba en sus palabras, así que instó con firmeza: "¿Quién es? Guardias, derríbenlo”.Varios fornidos guardias de seguridad se abalanzaron hacia ellos agresivamente.Wendy estaba muy emocionada.

Jeffrey estaba tan asustado por la mirada asesina de Óscar que temblaba de miedo, pero se aclaró la garganta y dijo: "Tío Óscar, en el tablón de información del vestíbulo de la primera planta no hay ningún miembro VIP supremo. Se lo ha inventado. No te dejes engañar por él”."¡Eso es!", Wendy también se burló, sin saber que estaba en medio de un gran problema. "¡No he visto a nadie tan desvergonzado y presuntuoso en mi vida! ¡Fingió ser un miembro, fabricó un nivel de afiliación e incluso falsificó la tarjeta de socio! No tiene ningún respeto por la familia Moore”.Wendy tenía tantas ganas de borrar a Charlie de la red que relacionó el comportamiento de Charlie con la humillación de la familia Moore para que ésta no olvidara a las fechorías de Charlie.Pero ella ignoraba completamente la relación entre Charlie y la familia Moore.Incluso si ella no creía que el perdedor de Charlie tuviera las conexiones y los recursos que reclamaba del círculo de la clase alta y se negaba a creer q

Todo el mundo sabía que los orinales del lavabo de hombres eran asquerosos, pero lamerlos no sería fatal.Pero si te bebías cinco kilos de perfume, ¡morirías definitivamente!Jeffrey y Wendy eran muy arrogantes, pero esto era una cuestión de vida o muerte. ¿Y qué si lamían un urinario? No era un gran problema, ¡podrían enjuagarse la boca y cepillarse los dientes unas cuantas veces!Como habían elegido el castigo de lamer el urinario, Oscar ordenó: "¡Chicos, arrástrenlos al baño de hombres ahora!".Los guardias de seguridad arrastraron a Jeffrey y a Wendy al lavabo de hombres de la segunda planta como si arrastraran a dos perros muertos. Oscar le preguntó a Charlie: "Maestro Wade, ¿le gustaría supervisarlo?".Charlie asintió. "¡Por supuesto! ¿Cómo voy a perderme algo tan interesante?".Oscar acompañó a Charlie al lavabo.Los guardias empujaron a Jeffrey y a Wendy hacia uno de los urinarios y les dijeron fríamente: "Vamos, ¿qué demonios esperan?".Jeffrey tembló de miedo ante l