El muchacho que venía de Ciudad Lin era Leo Blanco. Debido a que un miembro de la familia padecía cáncer, él deseaba vender el tesoro familiar.Algunos otros propietarios de tiendas cercanas también estaban allí después de enterarse.Después de que Peter le explicó la historia de fondo a Yvonne, él la presentó, “Esta es nuestra jefa, la Señorita Yvonne.”Leo asintió con sinceridad y dijo, “Si tú, como jefa, no puedes decidir, tendré que ir a otra tienda.”Después de decir eso, abrió la caja.En la caja había un colgante de jade color sangre.Con un tallado antiguo, la superficie era redonda y húmeda. La parte más singular era que había un patrón rojo en forma de lágrimas en el interior.Yvonne no pudo dejar de hablar después de haberlo visto. “¿Jade de lágrimas de sangre?”Los otros propietarios de tiendas de antigüedades respiraron profundamente y estaban asombrados.“Oye, es realmente un jade de lágrimas de sangre.”“Mira el color, es de primera calidad.”Los propietarios

Los pocos dueños de las tiendas de antigüedades que estaban allí se echaron a reír, mientras Yvonne se mordió los labios con fuerza. Miró a Darryl en silencio, sintiéndose preocupada. El jade de lágrimas de sangre frente a ella, sin importar el material, el color o la artesanía, coincidía con la información que investigó antes de esto. ¿Por qué él diría que era falso? Yvonne pensó que Darryl no era el mismo que la gente solía describir. Era inesperado que después de conocerlo en verdad fuera una persona inútil. No era de extrañar que todos lo despreciaran. Él no tenía ningún conocimiento sobre antigüedades en absoluto y solo estaba fingiendo. En ese momento, Leo y Jack se miraron el uno al otro y sonrieron. Ellos se preguntaban sobre el pasado de Darryl y ahora ellos sabían que él era solo un yerno residente a quien todos miraban por debajo del hombro. ¡Mierda! Eso asustó a los dos. Al momento siguiente, Leo, como si hubiera sido difamado, refutó mientras miraba a Darryl, “

Algunos oficiales de policía corrieron rápidamente para verificar, y sin sorpresa, también le arrancaron una máscara a la cara de Leo.Hace un año un comerciante rico vino a la Ciudad Mar del Este a hacer inversiones pero fue estafado por dos socios con una supuesta pintura antigua valorada en mil millones de dólares. La oficina central del departamento de policía se centró mucho en este caso y le ordenó a Megan resolver el caso lo antes posible.Debido a que el dúo era inteligente, y a pesar de que Megan siguió el caso durante un año, no pudo localizar sus rastros.Ella no esperaba que pudiera atraparlos hoy.¡Megan estaba temblando porque acababa de hacer un gran logro!Los otros dueños de tiendas de antigüedades que inicialmente querían testificar por Jack, estaban todos sin palabras.Sabían muy bien sobre el caso de fraude ocurrido hace un año. Nunca pensaron que ellos dos eran los autores intelectuales y que tuvieron el valor de engañar a la familia Young.Al mismo tiempo,

¿Felix Blakely?Al escuchar este nombre, los tres miembros del personal se estremecieron. Uno de ellos incluso estaba temblando.Toda la Ciudad Mar del Este conocía a Félix. ¡Tenía conexiones tanto con el lado bueno como con el lado oscuro!¿Por qué estaba él ahí? ¿Qué relación tenía con Corporación Platino?“Está bien si ustedes tres se niegan a hablar. Permítanme ser franco desde el principio. Si mi investigación muestra que ustedes tienen algo que ver , pueden imaginarse cuáles serán las consecuencias”.Justo en el momento en que Félix terminó sus palabras, el tipo que estaba en el extremo izquierdo no pudo soportarlo más y dijo: “Lo diré... lo diré…”Los otros dos intercambiaron miradas y asintieron nerviosamente también.Darryl, que estaba sentado en el sofá en ese momento, sonrió.Después de unos minutos, Felix los despidió a los tres. Se puso de pie y le dijo a Darryl: “Sr. Darby, todo está claro ahora.Darryl se rió. Se puso de pie y palmeó el hombro de Felix. “Lo está

¿En realidad fue culpa de otra persona?Todos quedaron atónitos.La abuela se sorprendió y preguntó: “¿Qué pasó, señorita Lindt?”.Giselle no respondió. Ella solo sonrió levemente, se voteó y miró a William.Cuando Giselle mencionó que iba a investigar, William todavía pensaba que tendría suerte.Después de que Giselle se volteó y lo miró, supo que estaba en problemas.Giselle luego habló hacia la puerta, “¡Entren aquí ustedes tres!”.Inmediatamente, los tres miembros del personal detrás del escenario del programa entraron con la cabeza abajo.Una vez que vio a las tres personas, la cabeza de William dio vueltas. Estaba aturdido, pero aún fingía estar tranquilo.Giselle les dijo a los tres: “¡Digan la verdad!”Según ordenó Giselle, uno de ellos miró hacia arriba y miró alrededor de la habitación. Su mirada se detuvo cuando vio a William. “Es él. Este Sr. William Lyndon nos ordenó que lo hiciéramos”.Otro de ellos agregó, con un gran trago de saliva: “Sí, él nos dio a los tre