Cuando las tres chicas se dieron la vuelta a la misma vez, vieron a Selene, que se mostraba arrogante y con una expresión feroz."Te atreviste a venir otra vez", dijo Sabrina con calma."¡Ja!". Selene había olvidado por completo lo avergonzada y poco digna que pareció cuando le suplicó a Sabrina hace solo unos días. Ahora se veía arrogante y pretenciosa como de costumbre.“¡Sabrina!”, gritó con superioridad. “Si me atreví a venir aquí hoy, es porque estoy bien preparada. ¡No lucharía en una batalla incierta!”.Sabrina seguía tranquila y serena. “Bueno, ¿qué quieres decir? ¿Qué tipo de batalla quieres librar ahora?”.Sabrina ya había pensado en ello. Si Selene iba a buscar problemas hoy, ella acabaría con su vida, aunque fuera a mordiscos. Sabrina odiaba a la familia Lynn. Odiaba que gracias a ellos tuvo que ir a la cárcel, odiaba que no la dejaran ver a su madre por última vez antes de morir y también le molestaban otros aspectos sobre Lincoln. Apenas ayer Sabrina se dio cuenta

Selene apretó los dientes con fuerza. "¿Qué dijiste? ¿Mi estupidez?".Sabrina no se habría dado cuenta de lo tonta que era Selene si no hubiera mencionado el asunto de la boutique llamada "Sloane". Estaba claro que fue porque a Sabrina le gustó otro vestido con un diseño más sencillo. Por ello Sebastian le dijo a la persona a cargo de la tienda que le enviara el extravagante vestido de Sabrina a la dueña del vestido sencillo.Sin embargo, Sabrina nunca esperó que este diseño fuera el de Selene.El personal de ventas de “Sloane” mantuvo la confidencialidad del cliente, por lo que no le dijeron a Sabrina quién era la otra persona en ese momento. No fue hasta ahora que Sabrina supo que la dueña del vestido sencillo era Selene.Los demás no sabían acerca del vestido, pero Sabrina lo tenía perfectamente claro.Sabrina soltó una risita con desdén. "¿Sabes por qué estuviste detrás de Sebastian durante seis años, pero él seguía sin fijarse en ti, e incluso te dejó esperando en el altar?".

Marcus se encogió de hombros y dijo con calma: "Puedes salir y echar un vistazo".Al ver su mirada ligeramente misteriosa, pensó que tal vez era alguien que no podía mencionar. Sin embargo, al ver que Marcus estaba muy relajado, Sabrina supo que la persona que la estaba buscando no debía ser mala.La persona al menos tenía la cortesía y sabía que debía esperar fuera de la empresa. Cuando Sabrina salió, vio a Nigel de pie no muy lejos."¿Eres tú?". Habían pasado tres semanas desde que Sabrina salió del pequeño salón de banquetes donde fue humillada y desde entonces no había visto a Nigel.La expresión en el rostro de Nigel era aún más complicada que hace tres semanas. “Sabrina, ¿estás bien?”.Sabrina sonrió y asintió con la cabeza. "Muy bien. No había podido verte, y no te he dado las gracias. Gracias por tu valentía al salvarme ese día en el salón del banquete”.Al escuchar a Sabrina agradeciéndole, Nigel se sintió aliviado por un momento.Entonces preguntó con dificultad: "¿M

Mindy tenía la misma cantidad de decepción y molestia que de felicidad cuando salió de la casa. Miró a Nigel sin entender. “¿Estás ayudando a una mujer que es una sirvienta? ¡Ruth tiene el aspecto de una sirvienta comparada conmigo! ¡Es una sirvienta! ¿Me pides que me vaya por ella?”.Nigel no sintió nada cuando vio llorar a Mindy.Todo lo que sentía por Mindy era disgusto. “No me importa si ella es una sirvienta o es tu prima. De igual forma, te adueñaste de su territorio. Ella no ha podido regresar a casa por ti, así que vete, por favor”.“¿Quién eres tú para sacarme de aquí? Además, ¿qué relación tienes con Ruth?”, lo interrogó Mindy rápidamente.“No tengo ninguna relación con Ruth. Sabrina solo me lo pidió. Como todos en Ciudad del Sur piensan que eres mi prometida, aunque no es real, ¡no te dejaré hacer este tipo de cosas en las que tomas lo que no te pertenece!”, dijo Nigel extremadamente serio.Cuando escuchó a Nigel decir eso, Mindy inmediatamente vio un rayo de esperanza.

Cuando la Señora Mann se dio la vuelta y quiso ver quién estaba tras de ella, se encontró inesperadamente con Marcus. La Señora Mann inmediatamente sonrió y dijo efusivamente: “Primo de Mindy, mira, Mindy aceptó sus errores. Ya ha sido castigada lo suficiente. Incluso ha perdido mucho peso. ¿Podrías hablar con el Amo Sebastian y pedirle que deje de castigarla?”. Marcus miró a la Señora Mann con frialdad y dijo: “Señora Mann, aún no responde a mi pregunta”. La Señora Mann respondió insegura: “Tú… ¿Qué dijiste hace un momento?”. Marcus volvió a preguntar: "Dije, ¿recuerdas el cumpleaños de tu hija?". La Señora Mann dijo sin pensar: “Claro que lo recuerdo, es en diciembre, el día…”. Se detuvo a la mitad de su oración. Después de quedarse en silencio por un momento, cambió sus palabras y dijo: "Es el seis de junio". Marcus la miró sorprendido y divertido a la vez. La Señora Mann preguntó con timidez: “Amo Shaw, ¿por qué me preguntas esto? Mi hija tiene un padre y una madr