Sin embargo, actualmente se encontraba en una situación precaria. No había forma de que pudiera mantener vivo a Henry por su cuenta. “Te vengaré, Henry”. Con una expresión sombría, James apretó los puños. “Nunca perdonaré a la persona detrás de esto. Descansa bien aquí. Desviaré la atención de los enemigos. Debes resistir. Los refuerzos llegarán al amanecer. Cuando llegue el momento, te llevaré de vuelta a Cansington”. James levantó a Henry y caminó hacia las partes más profundas de la cueva. Finalmente, encontró un lugar apartado y escondió a Henry allí. Después de eso, eliminó los olores y rastros persistentes que estaban allí. James sabía que el enemigo tendría perros militares. Si por casualidad los detectaban, Henry estaría casi condenado. Eliminar el olor de Henry les impediría sentir su presencia. Después de asegurarse de que todo estuviera lo mejor posible, se marchó rápidamente. Dejó la cueva de piedra y se dirigió directamente al espeso bosque. Su experiencia
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