Capítulo 117
El anciano agarró a Sabrina y la atrajó hacia él, con una sonrisa salvaje en su rostro. “Jovencita, eres realmente olvidadiza. Los dos años que estuviste en la universidad, me pediste mucho dinero y cosas. En ese momento, incluso me llamaste tu hombre. ¿Olvidaste cómo solías llamarme? ¿Me estás llamando anciano ahora? ¿De verdad soy tan viejo?”.

Sabrina gritó: “¡¿Quién eres?! ¡Déjame ir! ¡Si no me dejas ir, llamaré a la policía!”.

El hombre frente a ella era muy viejo, al menos veinte años mayor que Lincoln, y estaba diciendo tonterías a plena luz del día. Sabrina tenía muchas ganas de abofetearlo.

Sin embargo, él la estaba agarrando de los brazos con tanta fuerza que ni siquiera podía luchar. Sabrina no pudo escapar en absoluto.

“¿Vas a llamar a la policía? Nunca llamaste a la policía cuando querías mi dinero. No llamaste a la policía cuando necesitabas cosas de mí. ¿Ahora quieres llamar a la policía? Sabrina, ¿me estás tratando, Kenton Horst, como alguien a quien puedes dejar de
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