Capítulo 159
Kingston volvió a mirar a Sebastian, sin entender qué quería decir con eso.

Sebastian se hizo eco con una expresión sombría en su rostro: “¡Vuelve!”.

Kingston no sabía cómo responder.

Sin embargo, tras escuchar el tono cortante del Joven Amo, supo inmediatamente a dónde dirigirse. Encendió el coche y le dijo a Sebastian: “No se preocupe, Joven Amo. Aunque la Señorita Scott esté en una zona tan peligrosa, mientras yo esté allí, le garantizo que nadie podrá tocarla. Volveré a la habitación de la Señorita Scott en este mismo instante y haré guardia”.

Sebastian no dijo nada, mientras se dirigía al ascensor.

Kingston, que ya había puesto en marcha el coche, llegó rápidamente a la residencia de Sabrina.

Él no quería acercarse demasiado, por lo que optó por sentarse en el coche con el motor apagado. Cuando miró en dirección a la habitación de Sabrina, se dio cuenta de que las luces seguían encendidas.

Kingston se pellizcó la nariz cuando un olor penetrante empezó a transmitirse en el c
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