Capítulo 227
El rostro de Sabrina se tornó completamente rojo al instante. Se aclaró la garganta y se inclinó para preguntarle a Aino: “Cariño, dile a mamá, ¿dormiste bien anoche? ¿Tuviste miedo?”.

Aino asintió con la cabeza, y su cara tenía una disimulada satisfacción. Tiró de la mano de Sabrina para pedirle que se pusiera en cuclillas, luego susurró al oído de Sabrina y dijo: “Mamá, la cama de la casa del vagabundo apestoso es muy cómoda, como la cuna de una princesa. Anoche incluso tuve un sueño mientras dormía. Dormí muy bien. No tuve ningún miedo”.

“Mamá, soy muy valiente”.

“¿Dormiste bien anoche? ¿Tuviste miedo?”, le preguntó Sebastian.

Sebastian había encargado a propósito la cama de Aino para ella. El borde de la cama era como una luna curvada, y estaba rodeada de coronas de flores. Era como si la cama fuera del país de los sueños. Aino ya le gustaba cuando llegó ayer.

Era solo porque ayer estaba enfadada con Sebastian, así que no lo expresó en voz alta. Después de dormir, Aino ya n
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