Capítulo 256
‘¿Está intentando darme de comer la sopa?’. Sabrina se sintió incómoda con ese pensamiento, pero antes de que pudiera responder, Sebastian ya le había metido en la boca una cucharada de sopa de pescado. Sabrina no tuvo más remedio que comer obedientemente.

La sopa estaba a la temperatura perfecta, lo que la hacía fácil de ingerir. Los sabores estaban bien armonizados, y las rodajas de pescado tenían una textura muy agradable.

Sintió que todo su cuerpo se calentaba cuando la comida llegó a su estómago. También se sintió confundida por la interacción, como si los dos fueran una pareja realmente enamorada el uno del otro, o un marido y una mujer que llevaban años viviendo juntos en armonía.

No pudo evitar sentirse cautivada. Sebastian puso los ojos en blanco ante Sabrina y extendió una mano para tocar su delgado brazo.

“Demasiado delgada”, se burló. “Eres todo huesos. No se puede abrazar en absoluto”.

“...”. Sabrina no sabía qué responder. No fue hasta que Sebastian le dio otra cu
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