Capítulo 300
Sabrina no se atrevió ni siquiera a mirar el certificado de matrimonio.

Ella y Sebastian no sentían nada el uno por el otro, o para ser precisos, Sebastian no sentía nada por ella. ¿Qué sentido tenía un matrimonio sin amor, aunque ahora fuera la Señora Ford legalmente?

Sabrina se mantuvo cautelosa. Mientras estaba de pie justo afuera del coche de Sebastian, comenzó a hablar con calma: “Puedo volver sola. Gracias por no exigir que pague los diez millones que te debo, y también por casarte conmigo. Ahora deberías volver a la empresa, no te molestaré más”.

Kingston quedó sorprendido por las palabras de Sabrina. “Señora, el Joven Amo nunca quiso que le devolviera los diez millones”.

“¡En el futuro, todo su dinero será suyo también!”.

“¡Ahora es la esposa más rica de Ciudad del Sur!”.

Kingston solo dijo todo eso en su corazón, y no se atrevió a decirlo en voz alta. Dirigió su atención a Sebastian, que había abierto la boca para hablar. “Te estás adelantando, ¡nunca planeé absolverte d
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