Capítulo 41
Clara se sintió un poco incómoda, pero no se rindió y dijo:

—¿Qué pasa? Él cometió un delito y lo atraparon. ¿Cómo puede culpar a alguien más?

Valeria miró a su madre y negó lentamente con la cabeza.

—Hasta ahora, aún no comprendes cuánto poder tiene él. Si fuiste tú, podríamos tener una oportunidad de salvar a los Quiroz si te disculpas y aclaras la verdad.

Clara respondió apresuradamente:

—No fui yo. No tengo nada que ver con esto— y se marchó rápidamente.

Sin embargo, en ese momento, Valeria ya había llegado a la conclusión de que su madre estaba involucrada en esto. Conocía bien la personalidad de su madre, y sabía que sería extremadamente difícil hacerla admitir su error.

Valeria suspiró profundamente y se derrumbó sin fuerzas en su silla. Los Quiroz, al parecer, estaban en un grave aprieto.

Mientras tanto, Simón había dejado atrás todos sus problemas y se dirigía al mercado matutino a unos pocos kilómetros de distancia. Apenas eran las nueve de la mañana y el mercado seguía ab
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