Capítulo 483
Isabel estaba furiosa, apretando los puños y mordiéndose los dientes con fuerza.

Su antigua mejor amiga la había humillado así, deseaba poder abofetearla.

Pero sabía que no podía actuar impulsivamente; su hermano todavía estaba en manos de ellos, así que tenía que contenerse.

En ese momento, Simón habló pausadamente: —Verónica, tu manera de actuar es tan venenosa, tarde o temprano serás castigada. Manuel, abusas de tu poder, y las consecuencias no serán buenas. Les aconsejaría que se comporten.

—Tú cállate, ¿cómo te atreves a hablarle así al señor Escobar? Es hora de que alguien te ponga en tu lugar, exclamó Verónica, furiosamente.

Manuel se enfureció y dijo cruelmente: —Hombre, parece que crees que puedes hacer lo que quieras en Brisamar. Juan, rompe de inmediato las piernas de este sujeto y tíralo al río.

El guardaespaldas Juan dio un paso hacia Simón y extendió la mano para agarrarlo.

Simón, con un simple movimiento de su mano, lo rechazó, haciendo que Juan retrocediera tres pasos,
Continue to read this book on the App

Related Chapters

Latest Chapter