Capítulo 484
Manuel se rio a gran carcajada.

Mientras Isabel y Simón salían del hotel, Isabel dijo ansiosamente: —Maestro, ¿cómo podemos permitir que usted pague esos mil millones?

—No te preocupes, ya lo dije, mi dinero no es tan fácil de tomar, respondió Simón calmadamente.

Subieron al coche, e Isabel seguía muy preocupada: —¿Qué vamos a hacer con la conferencia de disculpa de mañana y sus mil millones?

—Iremos a la conferencia como estaba previsto, y yo hablaré por ti. En cuanto a esos mil millones, no te preocupes, haré que me los devuelvan con intereses, dijo tranquilamente Simón.

Isabel suspiró muy aliviada. Aunque aún no conocía el plan exacto de Simón, la fuerza de este le inspiraba una confianza inexplicable, así que no preguntó nada más.

Volvieron a su habitación de hotel e Isabel pidió que les llevaran el almuerzo.

Simón empezó a comer sin cortesía, mientras Isabel, sumergida en sus pensamientos, apenas probó un par de bocados.

—No te preocupes. Ya que estoy aquí, no necesitas temer abso
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