Capítulo 354
Avery agarró a Elliot por la bata y lo miró fríamente con los ojos enrojecidos. “¡Si decido tomar anticonceptivos o no es mi derecho! ¡No me presiones! Si lo haces, ¡no conseguirás nada!”.

Su voz chillona atravesó la oscuridad.

La sensual manzana de Adán del hombre se balanceó.

“¡Dame mi teléfono!”. Avery miró el largo cuello de él. Si no iba a obedecer, ¡ella iba a morderlo!

“Avery, será mejor que hagas caso a mis palabras”. La mirada de Elliot se volvió sombría. Él dijo con voz ronca: “Si te atreves a tomar alguna píldora anticonceptiva, ¡dormiremos juntos para siempre!”.

Luego le devolvió el teléfono. Una vez que tuvo en sus manos su teléfono, Avery saltó inmediatamente de la cama, recogió su ropa y se la puso rápidamente.

Antes de que él se fuera, ¡ella cerró la puerta de golpe!

Eran las dos y media de la mañana, y no había muchos coches en la carretera. La brisa nocturna le quitó el cansancio a Avery.

Ella encendió su teléfono. Había docenas de llamadas perdidas, y to
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