Capítulo 390
¡Splash!

El agua fría golpeó a Avery en la cara. ¡Ella volvió en sí!

La herida en su cabeza era tan dolorosa que jadeó en silencio.

"Todavía no está muerta". El guardaespaldas que la salpicó con agua tiró el cubo a un lado y dijo: "No vemos a la gente morir en los dramas por chocar contra una pared, ¿verdad? ¡Je, je! ¡Nadie muere tan fácilmente!".

"¿Qué debemos hacer ahora? Esta mujer es testaruda. Si no hacemos algo más severo, no hablará".

El otro guardaespaldas asintió.

Avery apretó los dientes y los miró con frialdad. Todo el miedo que había en ella se convirtió en un flujo interminable de resentimiento.

Cuanto más la tratara Elliot de esta manera, más se negaría a decírselo. ¡Aunque la desollara con sus propias manos! Aunque muriera, nunca le diría quién era el padre de sus hijos. ¡Permitir que los niños entraran en un orfanato era mejor que tener al diablo como padre!

Ambos guardaespaldas hablaban entre ellos en voz baja. Entonces uno se acercó, la agarró con una mano
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