Capítulo 55
El aire frío de la noche irrumpió en el coche, agitando el cabello de Avery y calmando sus nervios.

Elliot había dicho que ella no era la única para él.

Por ello, Avery supuso que mientras ella se mantuviera inflexible respecto al divorcio, él podría aceptarlo algún día.

La ansiedad que sentía se convirtió en alivio con ese pensamiento reconfortante.

Cuando llegaron a la mansión, la señora Cooper y el chófer ayudaron a Elliot a salir del coche.

Avery vio que ellos se encargaban, así que regresó tranquilamente a su habitación.

No pasó mucho tiempo antes de que la señora Cooper apareciera en su habitación y dijera: “El Amo Elliot no deja que nadie lo toque, señora. ¡Tal vez debería intentarlo usted! Solo tiene que limpiarle la cara y ayudarlo a cambiarse de ropa”.

¿Limpiarle la cara y cambiarle la ropa?

Avery no tendría ninguna objeción si Elliot estuviera todavía en estado vegetativo, ¡pero no lo estaba!

Puede que hubiera bebido demasiado, pero no estaba inconsciente.

No había
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