Capítulo 232
Se hicieron las 9 a.m.

Zachary fue al baño.

Él se bañó por un largo rato. Para cuando estaba listo, casi me había dormido. Fue solo cuando él envolvió sus brazos en mi cintura que me desperté un poco...

Abracé su cintura devuelta y enterré mi cabeza en su firme pecho.

“¿Dónde estuviste ayer?”, pregunté con una voz cansada.

Él contestó con frialdad: “Ciudad S”.

Él era terriblemente frío. Abrí mi boca y mordí la herida en su pecho.

Las heridas en el cuerpo de Zachary no habían sanado del todo, aún así, él se permitía empaparse de la lluvia. Él me dio ligeras palmaditas en la cabeza, pero no me detuvo de morderlo, ni tampoco protestó. Su resistencia era impresionante.

Perdí el interés y aflojé las mordidas, luego le eché un vistazo a las heridas que él tenía. Todas estaban tratadas. Él tuvo que habérselas tratado en el baño.

Toqué sus heridas ligeramente con mis dedos y pregunté preocupada: “¿Sientes dolor?”.

Él respondió con indiferencia: “Para nada”.

“Estas mintiendo. ¿Cómo
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