Capítulo 162
Xara era firme en su creencia.

James tenía que ser el General de las Llanuras del Sur.

James se limitó a reír y permaneció en silencio.

Llegaron a casa de Thea poco después.

Gladys y su familia habían salido temprano por la mañana para arreglar el seguro del coche y otros asuntos de la casa. Llevaban mucho tiempo fuera de casa.

Thea y Yuna también acababan de regresar de comprar en el Centro de la Ciudad del Comercio.

Cuando James llegó, era casi la una.

Gladys le regañó mientras entraba por la puerta: “¿Cuánto tiempo se tarda en recoger a una sola persona? Mira qué hora es. ¿Qué estás esperando? ¡Ponte a cocinar!”.

Desde que James se casó con los Callahan, Gladys dejó de cocinar.

A estas alturas, todos se habían vuelto perezosos. Nadie se molestaba en preparar el almuerzo. Ninguno había comido nada.

James llevó la maleta y la dejó a un lado. Al escuchar las palabras de Gladys, asintió. “Lo haré en este instante”.

Enseguida, se dirigió a la cocina.

“Xara”, la saludó Gladys
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