Capítulo 267
Al llegar a la ciudad, como si nada hubiera pasado antes, poco a poco la tremenda tormenta fue pasando.

Una brisa de primavera dispersó la nube tormentosa y un arco iris apareció en el cielo que parecía un cuadro. Todos miraron hacia arriba, hipnotizados por la belleza de la naturaleza.

Charlie se detuvo en la entrada del mercado de antigüedades y dejó a Zachary allí.

Cuando Zachary se bajó del carro, se inclinó respetuosamente ante Charlie y le dijo: "¡Gracias, Maestro Wade!"

Charlie lo miró y le dijo claramente: "Zach, nunca le digas a nadie lo que pasó hoy, ¿entiendes?".

"¡Sí, por supuesto! No se preocupe, Maestro Wade," le dijo Zachary en un tono amable y serio. Su cara estaba llena de admiración al ver a Charlie como una figura divina.

Charlie asintió y se alejó. Zachary, por su parte, se paró en el mismo lugar y lo vio irse, sin atreverse a moverse ni siquiera cuando el carro había desaparecido de su vista.

Charlie llevó a Loreen, que seguía en el carro, al hotel.

Loreen
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