Capítulo 44
Vetta se puso la ropa con cuidado y sin palabras. Karandy no paraba de cotorrear sobre lo bueno que estuvo y lo bien que se siente. Ella no dijo nada.

Al salir de su casa, ella le dio gracias a los dioses por sus grandes corsés que cubrían extravagantemente cada parte de su cuerpo inferior. Nadie se dará cuenta de que casi está cojeando y de que le tiemblan las piernas.

Ese cabrón de Karandy casi la mata. La había azotado muy fuerte, por un momento, ella había pensado que el hombre planeaba matarla.

Al principio, lo disfrutó, ya que no es ajena a las relaciones rudas.

Pero entonces se acordó de quién estaba sacando placer de su cuerpo -un hombre más bajo que la suciedad y se secó inmediatamente.

Fue entonces cuando él comenzó a follarla como si no fuera humana y le dolió muchísimo.

"¡Animal!". Ella siseó mientras tropezaba con una piedra. Sin romper su caída, se levantó y miró detrás de ella a la puerta de él.

Por el lado bueno, primero la sacará de este lío. Luego, se oc
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