Capítulo12
—Si no hubiera venido, ¿cómo habría descubierto que tienes a un hombre salvaje en casa? —dijo el hombre de mediana edad con frialdad.

—¿Qué hombre salvaje? —respondió Carmen con desagrado.

—¡Hablas tan mal! —replicó él.

—Christian es mi amigo, ¡no hay nada entre nosotros! —afirmó Carmen con firmeza.

—Si los dos están así, ¿cómo puedes decir que no hay nada entre ustedes? —se burló la mujer hermosa y provocativa.

Carmen estaba muy disgustada.

—¡Es ridículo!

—Cómo podéis, ¿no tienes vergüenza de hacer esto en pleno día? ¿Por qué no vais directamente al patio?

—¡No es asunto tuyo! —respondió Carmen molesta.

—Puedo hacer lo que quiera, ¡no tienes derecho a señalarme! —protestó ella mientras se encendía una chispa de ira entre ellas dos.

—Alejandro López, mira cómo habla. No tiene ningún respeto por nadie. María Fernández lloriqueaba mientras sostenía el brazo del hombre de mediana edad y hacía muecas exageradas para apoyar su argumento contra Carmen.

—¿Qué te pasa, Carmen? —reprendió Aleja
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