Capítulo28
—José, por favor déjame ir— dijo Dolores con una expresión suplicante en su rostro. Su mente estaba confundida y no sabía qué hacer.

—Dolores, las mujeres hermosas están hechas para que los hombres las admiren. ¡Deberías aprovechar tus ventajas!— respondió José con una sonrisa maliciosa. —No te preocupes, si estás conmigo, te aseguro que tendrás un ascenso y un aumento de salario, En la compañía obtendrás todo lo que deseas.

José se rió en secreto y aprovechando el momento en que la barrera psicológica de Dolores se derrumbó, la abrazó y le dio un beso fuerte en su hermosa cara.

Dolores intentó resistirse pero recordó a su madre enferma y a su hermano menor necesitado económicamente. No tenía el coraje para luchar contra él.

En ese momento se sintió desesperada e impotente...

De repente escucharon golpes en la puerta: Christian tenía en su mano una copia de los procedimientos de entrada emitidos por el departamento de recursos humanos.

Al ver lo que estaba pasando dentro de la oficina,
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