Capítulo41
—Christian sabe un poco de medicina. Esta vez vino conmigo especialmente para visitar a nuestra madre y ver si puede ayudar en algo— explicó Dolores Pérez, sonrojada.

—¿Cómo? ¿Es médico? —preguntó Francisco Pérez sorprendido y confundido, ya que el otro era secretario y de repente se convirtió en médico.

—No soy médico—, respondió Christian riendo mientras dejaba la cesta de frutas sobre una mesa al lado de la cama.

—Pero he aprendido algunas técnicas tradicionales.

—Oh, eres un aficionado—, dijo Francisco frunciendo el ceño.

—Hermana, hay tantos médicos profesionales en el hospital que no pueden curar a nuestra madre. ¿Qué puede hacer alguien sin experiencia?

—Francisco, ¡no hables tonterías! — lo reprendió Dolores Pérez molesta. —Christian tiene buenas intenciones. ¿Cómo puedes ser tan descortés?

Después de regañarle unas cuantas veces, Dolores Pérez se disculpó con Christian: —Mi hermano es imprudente e impertinente. Por favor no le hagas caso.

—No importa, puedo entender cómo se s
Continue to read this book on the App

Related Chapters

Latest Chapter