Capítulo50
—No lo hice, juro por mi director que debes creerme. No promocioné medicamentos a los pacientes sin autorización y todos los medicamentos que prescribí son beneficiosos para el cuerpo del paciente. Es imposible dañar la salud de los pacientes.

Juan estaba nervioso, quería explicarse, pero la distinguida posición de Christian lo hacía imposible acusar a un pequeño personaje como él. ¡Cualquier explicación suya sería inútil!

—No quiero escuchar tus excusas.

—Juan, a partir de ahora estás despedido. ¡Recoge tus cosas e irte inmediatamente!—

El director golpeó la mesa con enojo.

—No por favor...

—Director, por favor dame otra oportunidad.

Juan gritó y se arrastró hacia los pies del director suplicando sin cesar.

—¡Fuera!

—Seguridad, sáquenlo de aquí.

El director patea a Juan y hace un gesto con la mano para que varios guardias lo agarren ferozmente como si fuera un perro muerto y lo arrojen afuera.

—Bien!

—Muy bien!

—Despreciables como estos, sin ética médica, merecen lo que les pasa. ¡Qu
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