Capítulo55
Vieron esta escena.

David se quedó atónito.

El Dr. Jiménez también se quedó atónito.

Todos los espectadores estaban igualmente sorprendidos.

Nunca habrían imaginado que Jesús, quien acababa de estar a salvo y sin problemas, vomitara tanta sangre en un abrir y cerrar de ojos, incluso su espíritu disminuyó rápidamente.

Incluso aquellos que no eran médicos podían ver claramente que la situación actual de Jesús era muy grave y su vida estaba en peligro inminente.

—Dr. Jiménez, ¿qué le pasa a mi abuelo...?

David agarró el brazo del Dr. Jiménez con fuerza, sus ojos rojos por la ansiedad.

—No lo sé, Jesús estaba bien hace un momento...—

El Dr. Jiménez estaba confundido y desconcertado.

—Eres médico y además eres un famoso médico, ¿cómo es posible que no sepas...?

—¡Piensa rápido!

David gritó furiosamente mientras su mente ardía con urgencia total e incapacidad para mantenerse tranquilo ante la situación caótica.

—Aquí no hay equipo médico para examinar el cuerpo de Jesús.

—En mi opinión deber
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