No fui yoEl semblante de Larry cambió en un abrir y cerrar de ojos, mientras Chelsea pensaba que iba a desmayarse cuando su color pasó a ser pálido, tan pálido como una hoja de papel.—¡Larry! —llamó Chelsea, el silencio fue aterrador, él tenía la mirada perdida y sus manos temblaban tanto que el móvil terminó en el piso—. Dime algo, por favor —suplicó angustiada, ni siquiera cuando estuvo herido, Larry estuvo silencioso.Sin embargo, por la cabeza de Larry solamente podían repetirse las palabras de su madre y la reciente información del hombre que le llamó. Él no tenía idea de quién era o cómo tenía su número de teléfono, pero era evidente que lo conocía y conocía muy bien a su padre.—¡Larry, por favor, dime algo! —Chelsea estaba a punto de perder la cabeza, agitó el hombro de su novio hasta lograr que él parpadeara, no era mucho, pero ya era algo.—Mi padre fue trasladado al hospital general —murmuró tan bajo que Chelsea escuchó por la cercanía que había entre ellos.—¿Quieres que
Nunca dejé de hacerloLarry no apartó la mirada de los ojos de su padre, y él tampoco apartó la mirada de su hijo.—¿Por qué tengo que creerte? —le cuestionó sin acercarse.—No tienes ningún motivo para hacerlo, lo sé; pero jamás me habría atrevido a asesinar a mi propio hermano, Henry era la única familia que tenía.Larry apretó los puños y sintió la rabia emerger de lo más profundo de su ser y no sabía exactamente cuál era la razón.—Nadie aceptaría la culpa siendo inocente, tú nunca negaste haber disparado, ¡Nunca la señalaste como la responsable! —gritó con los ojos llenos de lágrimas. Él no sabía ni cómo sentirse en ese momento.—¡Está enamorado de tu madre! Y al final de todo fue mi culpa —aceptó—. Yo la arrastré al lado oscuro, la llevé por los caminos del vicio y cuando no tuve más dinero, ella trató de buscarlo sin importar lo que tuviera que hacer.—¡Eso no justifica que le arrebatara la vida a mi tío Henry!—¿Qué esperabas que hiciera?—¡Que dijeras la verdad! Porque mientr
No va gustarleHope y Blake tuvieron un lindo y movido despertar, si no fuera por los gritos de Matthew desde afuera, quizá no hubiesen salido de la cama en todo el día.—Mamá, Papá, ¡despierten! ¡Llegaré tarde al colegio! —gritó Matthew por tercera vez en menos de un minuto y los golpes a la puerta, que armaron un escándalo en toda la regla.—¿Qué pasa? —preguntó James, saliendo de su habitación completamente vestido para un nuevo día de trabajo.—Llegaré tarde por ellos —informó Matthew señalando la puerta de sus padres.James luchó para no reírse, no quería imaginar a ese par vistiéndose contra reloj para salir a atender a su hijo.—Ven, vamos abajo y desayunamos juntos, ¿te parece? —preguntó James.Matthew lo miró por un momento antes de volver su atención a la puerta, se encogió de hombros y habló:—Es lo mejor de tener dos papás.James sintió una calidez en su pecho que casi le hizo saltar de emoción, amaba a Matthew como si en verdad fuera hijo suyo y saber que la aparición de
¿Qué significa esto?—Señor —John se preocupó al notar el semblante de su jefe y su móvil ser estrujado con fuerza entre los dedos de Blake.—No bajes la guardia John y envía a uno de tus hombres al edificio de Alicia, quiero saber el momento exacto que la policía le ponga las manos encima —ordenó.—Lo haré, señor, pero si me permite darle mi humilde opinión. No creo que su madre sea capaz de hacerle esto a la señora Hope o usted —dijo el hombre abogando por Tessa.Blake lo miró por un largo momento antes de responder:—Mantenme informado —pidió.John asintió, mientras Blake se dirigió al interior de su casa para hablar con Larry y enfrentar a su madre.Hope se puso de pie al notar el semblante en el rostro de Blake y la tensión en su cuerpo, la mujer podía jurar que estaba más tenso que una cuerda de guitarra.—¿Qué pasa? —preguntó, apenas se acercó a él.Blake la miró por unos breves segundos antes de hablar:—Dile a Chelsea que lleve a Matthew al jardín.—¿Por qué? —Hope se sintió
¿Cuánto tiempo sin vernos?Hope, Blake y Matthew se despidieron de Tessa, Chelsea y Larry luego de la interesante conversación que habían tenido sobre Alicia y Scott Carter.Hope, no podía creer todo lo que habían hecho y todo lo que estaban dispuestos a hacer para conseguir la fortuna Cameron, una fortuna que encima, ni siquiera les pertenecía. Alicia era la esposa de Antonio, pero el hombre no tenía ni un solo peso en su bolsillo y Scott que ni siquiera era de la familia.—Me preocupa, Matthew —soltó Hope de repente, aprovechando que el niño se había quedado dormido.—No eres la única, Hope. No puedo creer lo ciego que fui todo este tiempo, me dejé envolver como un imbécil por Scott, todo este tiempo, todas esas invitaciones a beber tenían un solo objetivo, aprovechar una oportunidad para traicionarme y quedarse con todo.—Pero Scott no podría acceder a tu fortuna tan fácilmente. Tú y yo estamos casados y en caso de que algo te sucediera… —Hope detuvo la línea de sus pensamientos al
—Tan cálido como siempre —dijo—, pensé que nuestro último encuentro te había suavizado el carácter —añadió con una gota de cinismo.—La última vez que te vi, fue el día que firmé el divorcio y eso fue hace tantos años que había olvidado hasta que existes —respondió Blake de manera tajante y contundente, para no dejar huecos vacíos que se diera a las malas interpretaciones.Amber Cox sonrió ante la respuesta de Blake con una cortesía que no sentía, pues sus ojos fueron dos relámpagos de furia que amenazaron con liberarse de un momento a otro.—Supongo que el mensaje de mi marido ha sido lo suficientemente claro, señora Cox —intervino Hope, la mujer era cinco años mayor que ella, así que…—¿Señora? —cuestionó en tono indignado.—No puede pretender que la llamé señorita a estas alturas del partido con tantos divorcios sobre sus hombros —señaló Hope poniéndose de pie.Amber fijó la mirada en Hope, había hecho su trabajo al respecto, sabía que iba a encontrarse con Blake tarde o temprano,
James caminó callé abajo, contrario a donde Hope y compañía esperaron por el auto. Tenía un malestar en el pecho que amenazaba con ahogarlo. Él no era un hombre violento, jamás lo había sido, ni siquiera en su juventud. Pero David era experto en sacar su lado rudo y no comprendía exactamente la razón, cuando lo conoció creyó que había encontrado un buen amigo ¡Se había equivocado!—¿James? —él se detuvo al escuchar la voz de Bárbara desde la ventanilla del auto.—¿Qué haces aquí? —preguntó James al verla sola.—Estoy buscando a David, salió de la cena y pensé que se llevaría el auto, pero no fue así y no responde su móvil —expresó con evidente preocupación.James evitó sentirse culpable, pero no era tan desalmado como para dejar que Bárbara recorriera las calles a esa hora y sola.—Te acompaño —se ofreció.Bárbara asintió y le agradeció el gesto, pues estaba muy preocupada por su hermano, él jamás la habría dejado sola de no haber estado borracho; sin embargo, lo que más le preocupaba
El partido Hope miró la habitación de David Gutiérrez, lo había pensado muy bien antes de venir y hablar con él, pero no podía simplemente ser una espectadora de la situación de James. Ella iba a romper los acuerdos, pero no dejaría que David chantajeara a James con eso, ella desconocía si a su amigo le gustaban los hombres, hasta donde sabía James era heterosexual, así que el acoso de su cliente no podía dejarse pasar.Hope levantó la mano para llamar, sin embargo, no llegó ni a tocar, pues la puerta se abrió de par en par.—¿Hope? —preguntó Bárbara, sorprendida.—Hola —saludó Hope, por un momento se quedó en blanco.—Hola, ¿vienes a ver a David? —preguntó Bárbara, dándose cuenta de que solamente esa podía ser la razón para que Hope se presentara en el hospital.—Sí, necesito hablar un par de cosas con él —puntualizó con seriedad.—Él acaba de despertar, su humor no es el mejor, pero pasa —dijo—. Iré a la cafetería por un café, lo necesito, así que te dejo —añadió.Bárbara salió de