Capítulo 15
Sabrina se quedó pasmada y sorprendida. "¿Qué...? ¿Qué has dicho?".

A pesar de que siempre había sido tranquila y tenía una actitud despreocupada por todo, se quedó en shock al escuchar lo que dijo Sebastian.

"¡Mujer! Ya has retrasado bastante las cosas". Sebastian nunca había tenido la intención de dar explicaciones a Sabrina. La arrastró a la fuerza por el brazo hacia el fondo del restaurante.

Detrás de él estaba Nigel, la persona que acababa de llevar a Sabrina hasta allí desde la obra y que pretendía ser la pareja de Sabrina. Nigel se frotó la frente mientras sacaba a tientas su teléfono y marcaba nerviosamente un número.

Pronto, la persona al otro lado contestó su llamada.

"Zayn, puede que muera pronto". La voz de Nigel temblaba.

Zayn, que conducía, se burló y preguntó: "¿Qué ha pasado? Amo Nigel, no me diga que ya se ha acostado con la chica que recogió hace una hora, y que casi le quita la vida en el proceso".

"¡No estoy de humor para bromas! Esa es la mujer de Sebastian".

Zayn no tuvo palabras para responder.

Después de un rato, Zayn dijo de manera poco sincera: "Eh, Nigel, yo... Estoy conduciendo ahora, así que no es conveniente para mí hablar por teléfono, ¡adiós!".

Nigel se quedó sin palabras. En el teléfono, el sonido de repente se convirtió en un tono ocupado. El pánico se apoderó de él cuando de repente le sujetó el brazo una bonita chica con ojos tristes. Nigel se quedó sorprendido, y luego retiró rápidamente el brazo de la mano de la chica bonita. "¿Qué quieres?".

"Amo... Amo Nigel, ayúdeme, por favor, ayúdeme... explíqueme, ahora mismo, ¿qué ha pasado?". Los labios de Selene temblaban, su maquillaje estaba arruinado por las lágrimas y parecía un fantasma mientras miraba a Nigel temblando.

Nigel sintió disgusto y apartó a Selene.

No pudo evitar soltar una risita en su interior.

'¡Todavía hay gente así de idiota en el mundo!'.

"Era obvio que no estaba aquí para comprometerse, pero te arreglaste y lo esperaste aquí".

"Así que... Lo siento, yo también estoy en problemas, no pude ayudarte. Ahora me voy, tengo que ir a buscar un amuleto que me proteja de las fatalidades rápidamente". Nigel levantó las cejas y se encogió de hombros. Empujó a Selene y salió del restaurante a grandes zancadas.

Selene estaba avergonzada y desesperada.

Se dio la vuelta y vio a Sebastian agarrando a Sabrina. Seguían en el fondo del pasillo y no habían entrado a la sala. No estaba claro de dónde había sacado el coraje, pero Selene cargó con su vestido de novia y rápidamente los persiguió.

Selene se paró rápidamente delante de Sebastian y Sabrina, agarró imprudentemente a Sabrina y dijo con dientes apretados: "¡Sabrina Scott! ¿Lo has hecho a propósito? Arruinaste intencionalmente mi fiesta de compromiso con Sebastian. Mi familia te ha criado desde los doce años, y has mordido la mano que te dio de comer. ¿Cómo puedes ser tan despiadada? Eres una hija de p*ta".

La cara de Selene era un desastre por el llanto.

Sabrina, en cambio, estaba tranquila y ni siquiera pestañeó. "Señorita Lynn, hoy es el día de mi boda. Este es mi marido, y ya hemos conseguido nuestro certificado de matrimonio. Es un matrimonio legal. Nunca quisimos invitarte a nuestra boda. Has venido por tu propia voluntad, e incluso te has puesto un vestido de novia. ¿Intentas decirle al mundo que quieres convertirte en una concubina?".

"He vivido por más de 20 años, pero es la primera vez que me encuentro con una mujer tan caradura como tú".

"Bueno tal vez puedo dar un millón de pasos para atrás y te puedo perdonar".

"Pero aún así, tienes que preguntar si mi marido está de acuerdo o no".

Su tono era extremadamente frío.

Cada palabra la cortaba como un cuchillo.

Pero ésta también era la misma manera de que la familia Lynn y los parientes que invitaron insultaron a Sabrina hacía poco.

"¡Hace unos días Sebastian me prometió que se casaría conmigo dentro de dos meses!". Selene no se atrevió a mirar el rostro frío y sombrío de Sebastian, sino que se limitó a hablar con Sabrina.

El tono de Sabrina se volvió aún más indiferente. "¿Tiene eso algo que ver conmigo?".

Selene se quedó sin palabras.

No lo comprendía para nada.

¿Cómo podía ocurrir esto?

Todo el mundo en Ciudad del Sur sabía que ella, Selene Lynn, se casaría con Sebastian en dos meses. La familia Lynn también había invitado a muchos amigos y parientes hoy. Sin embargo, ella y sus padres se habían convertido en una completa broma frente a todos ellos.

¿Cómo podrían mantener la cabeza alta después de esto?

En ese momento, Selene no podía preocuparse por el resto, sentía un descontento infinito. Selene abrazó sin miedo a Sebastian, que llevaba mucho tiempo furioso, y le suplicó: "Sebastian, viniste a mi casa hace unos días, y les dijiste personalmente a mis padres que te casarías conmigo en dos meses, ¿lo has olvidado?".

Sebastian miró a Selene con desdén, apretó los dientes y dijo: "¡He dicho dos meses, no ahora!".

Selene se quedó sin palabras.

Sebastian entregó a Sabrina a la maquilladora, que vino corriendo y dijo: "En media hora, mi madre estará aquí. Llévala a ponerse el vestido de novia y a maquillarla enseguida".

"Sí, Director Ford". La maquilladora llevó a Sabrina a la sala de maquillaje.

Entonces, Sebastian miró a Selene con sus ojos serios y aterradores.

Selene se estremeció de miedo.

Recordó de repente que ella era la verdadera payasa, y que había ocupado el lugar de Sabrina para ser la prometida de Sebastian. ¿Podría ser que Sebastian ya supiera que la chica que utilizó su cuerpo para salvarle aquella noche era Sabrina y no ella?

Si Sebastian se hubiera enterado de ese asunto, toda la familia Lynn sería castigada por él.

Selene temblaba asustada. "Sebas... Sebastian, lo siento, me iré enseguida".

Antes de que terminara su frase, Sebastian ya la había agarrado del brazo como si fuera solamente una muñeca y la empujó hacia la puerta. En ese momento, Lincoln y Jade miraban ansiosos hacia el interior del restaurante.

Finalmente, su hija salió.

Sin embargo, fue empujada por Sebastian.

Lincoln y Jade se asustaron mucho al ver eso y casi se caen al suelo.

Lincoln se armó de valentía y dijo con cautela: "Joven... Joven Amo Sebastian".

"¡Escuchen!". Dijo Sebastian sin expresión en su rostro, "Si Selene no me hubiera salvado, habría hecho que ella desapareciera de inmediato. Ahora te lo vuelvo a preguntar, ¿quieres compensación o matrimonio?".

Lincoln y Jade estuvieron un buen rato desconcertados.

Pensaban que Sebastian había traído a Sabrina para que llevara el vestido de novia porque ya sabía que lo estaban engañando.

Sin embargo, se dieron cuenta que no era así.

Lincoln siguió asintiendo con la cabeza y dijo: "Nosotros... haremos lo que dices".

"¡Si quieres que me case con tu hija en dos meses, entonces piérdanse ahora! No aparezcan más por aquí", dijo Sebastian con impaciencia.

La familia Lynn estaba realmente asustada.

Sin embargo, Sebastian no podía ser despiadado con una persona que le había salvado la vida.

Lincoln asintió con la cabeza, ligeramente inclinada, y se secó el sudor de la frente: "Sí, sí, sí, vamos a..... vamos a irnos ahora, nos vamos".

Después de eso, agarró a Jade con una mano y a su hija con la otra, la cual seguía temblando de miedo, y salieron los tres a trompicones del lugar.

Sebastian se acomodó el traje y se dio la vuelta. Caminó hacia el extremo más profundo del pasillo y llegó al camerino. La puerta se abrió con un ligero empujón.

Cuando entró, se quedó atraído al instante.

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