Capítulo 16
La mujer que tenía delante se había quitado la andrajosa falda de tubo y la blusa blanca. Ahora llevaba puesto un vestido de novia y tacones de cristal. Con una altura de ciento setenta centímetros, Sabrina ya era alta y esbelta.

Sin embargo, se veía aún más alta con esos tacones de cristal de diez centímetros, revelando un par de piernas largas realmente perfectas.

Sabrina solo se había cambiado de ropa, todavía no se había maquillado.

La forma en la que se veía sin maquillaje fue suficiente para asombrar a Sebastian.

Ella demostraba una fría indiferencia, como si nada en el mundo tuviera que ver con ella. Después de ponerse aquel elegante vestido de novia, su belleza se veía aún más natural y desenfrenada.

Ella lo miró directamente a los ojos con una sensación de inocencia y frialdad, pero no dijo una palabra.

Sin saber por qué, Sebastian sintió un repentino estallido de fuegos artificiales en su corazón.

No obstante, su tono era frío y con un matiz de descontento: “¿Qué estabas haciendo esta mañana? ¡¿Sabes que casi me dejarás plantado en esta ocasión tan importante?!’’.

“¿Es esta nuestra boda?’’. Sabrina preguntó sin rodeos.

Después de preguntar eso, pensó para sus adentros: ‘¡No necesito esta boda! Creo que tú tampoco la necesitas. De todos modos, te vas a casar con Selene en dos meses. Si celebras una boda conmigo ahora frente a la familia Lynn, ¡me tratarán como su peor enemiga!’.

El hombre inmediatamente pellizcó la pequeña barbilla de Sabrina. “Escucha, sea lo que sea lo que esté pasando entre tú y la familia Lynn, ya sea que le debas o viceversa, o cualquier tipo de relación enredada que tengan, no me importa saberlo’’.

“¡Y con respecto a Nigel Connor!’’.

“Hoy se supone que es el día de nuestra boda, pero saliste del coche de Nigel con el vestido desordenado’’.

“¡Parece que en verdad eres una mujer con un pasado tan complicado que a mí no me importa nada!’’.

Cuando el hombre dijo estas palabras, hubo una irritación inexplicable en su corazón.

Sebastian estaba inexplicablemente molesto.

Él vio todo claramente desde el momento en que ella salió del coche de Nigel. En ese momento, Sebastian estaba en su coche hablando por teléfono con el hospital. Él quería que el hospital demorara una hora más en traer a su madre a la boda.

Y vio a Nigel salir del coche cuando colgó el teléfono.

Nigel colocó su brazo alrededor de Sabrina frente a todo el mundo, e incluso parecía que ella disfrutaba apoyarse en él.

¡Qué traicionera!

“¡Señor Ford!’’. A Sabrina le dolía la barbilla por haber sido pellizcada por él.

Sin embargo, ella lo miró con disgusto y aguantó el dolor para no gritar. Ella dijo con tranquilidad: “Lo que hay entre nosotros dos es solo una relación contractual de dos meses. Cuando fui a la casa de los Lynn, hablaste de tu boda con Selene frente a mí, y no te pregunté nada, así que no intervengas en los asuntos de mis relaciones personales tampoco’’.

El hombre se burló. ‘Esta mujer realmente tiene muchas agallas’.

Ella se atrevió a discutir con él.

“¿Crees que tienes derecho a decir algo cuando se trata de mí?’’, preguntó Sebastian con una leve amenaza.

Sabrina dijo: “¡¿Por qué?! Estamos en una situación compartida, ¿por qué no puedo decir lo que pienso?’’.

“Yo soy el que te paga, y tú eres la que me sirve, ¡no tienes derecho en discutir conmigo! ¡Ya que firmaste el contrato conmigo, debes casarte conmigo, representar tu papel como la Señora Ford y comportarte bien sobre todo frente a tu suegra! ¡Si me entero de tus amoríos durante nuestro matrimonio, no recibirás ni un duro de mí!’’ dijo Sebastian con un tono frío.

Era casi imposible detectar sus emociones verdaderas a través de sus palabras.

Sin embargo, Sabrina sabía muy bien que él era realmente cruel, pero también era un hombre con dinero, poder e influencia.

Si no fuera eso, la familia Lynn no le tendría miedo y no se mostrarían como exclavos frente a él. Y por otro lado, Selene estaba tan ansiosa por casarse con él.

Sabrina se mordió los labios y suavizó su tono: “Fui al sitio de construcción para una entrevista hoy. El Amo Nigel es el hijo del propietario de la empresa inmobiliaria a la que apliqué. Cuando me llamaste para que viniera aquí a toda prisa, el autobús nunca llegó y él se ofreció a traerme aquí. Eso fue todo’’.

“¿A qué trabajo aplicaste?’’. El hombre frunció el ceño.

“Diseñadora’’. El tono de Sabrina sonaba un poco decaído.

Ella se había tomado mucho tiempo en dibujar a mano los diseños y los planos de construcción. Sus dibujos eran perfectos y muy precisos. Sin embargo, el entrevistador no la quería para ese puesto porque no tenía títulos académicos. Inesperadamente, la contrató como diseñadora alternativa.

Un diseñador alternativo era un diseñador anónimo que se especializaba en proporcionar dibujos para otros diseñadores más autoritarios en el campo. Todo el esfuerzo serviría al otro diseñador.

Ella no obtendría nada, sin importar cuán geniales fueran sus dibujos.

Además, entendió por las palabras de Nigel que una gran parte de su trabajo en el futuro podría consistir en trabajos ocasionales en el sitio de construcción.

“¿Vas a mover y acomodar ladrillos en el sitio de construcción?’’. Sebastian no esperaba escuchar algo así en absoluto.

“Usted, Señor Ford, ¿también va a restringir mi trabajo?’’. Sabrina preguntó con una expresión de ironía.

La ira del hombre se redujo en gran medida. Soltó la barbilla de Sabrina y le dijo a la maquilladora: “Hazle el maquillaje. Esperaré afuera’’.

‘’Muy bien, Director Ford’’. La maquilladora llevó a Sabrina a la habitación interior. Allí había una mesa de maquillaje con todo tipo de cosméticos y productos para pintar la cara.

El maquillaje de Sabrina estuvo completo después de media hora.

Una vez que la maquilladora le puso el velo, Sabrina salió de la habitación. Sebastian, quien estaba sentado afuera, vio a Sabrina, y de repente se quedó sorprendido de nuevo.

Sabrina era realmente hermosa.

Ella tenía un estilo frío y distante cuando no usaba maquillaje. Sin embargo, con el maquillaje puesto ella tenía un tipo de belleza atractiva, pura, noble y orgullosa. Era tan hermosa que no se parecía a nadie más.

Si Selene, que también llevaba un vestido de novia pero con un maquillaje aún más tenso, estuvieran frente a él en este momento, no podría comparar con Sabrina.

Después de que Sebastian se había quedado paralizado durante unos segundos, levantó sutilmente el codo y le ordenó: ‘’Toma mi brazo’’.

‘’...’’

Aparte de haber chocado con él en el baño el primer día que ella se quedó en su casa y de ser arrastrada mientras él le agarraba la muñeca con fuerza en el hospital, ella no había tenido contacto corporal con él, ni mucho menos había sujetado su brazo.

Ellos no eran muy amables el uno con el otro.

Al ver que ella todavía estaba dudando, el hombre la agarró del brazo y lo colocó encima de su brazo con fuerza.

De repente, Sabrina tuvo una sensación de déjà vu.

Recordó al hombre que agonizaba en la oscuridad. El hombre era muy fuerte y dominante. Después de haber besado la parte delantera del cuerpo de ella, la hizo ponerse de espaldas a él. Estaba siendo controlada por el hombre en sus brazos y no tenía ningún esfuerzo para escapar, ni mucho menos para verlo. Sabrina solo recordaba que aquel hombre levantó su brazo de una manera tan fuerte y similar a la que Sebastian lo hizo en ese momento.

En medio de su confusión, el hombre ya la había llevado hacia el frente del restaurante.

Sabrina sabía que él quería que ella lo acompañara a saludar a alguien.

Los dos se pararon en la entrada del restaurante y vieron a alguien empujando una silla de ruedas hacia ellos. Sabrina echó un vistazo y vio que la persona en silla de ruedas era Grace.

Grace miró a Sabrina con un rostro lleno de felicidad y le preguntó: “Sabbie, ¿te gustó esta sorpresa de mi parte?’’.

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