Capítulo 37
Baski tuvo un terrible dolor de cabeza.

Observó a Remeta quien estaba acostada en la cama de su dormitorio, llorando sin parar. Intento consolar a su hija, pero no lo logra.

Ella sigue sollozando y murmurando: "Se va ... Se va ... Tan inquieto ... Está tan inquieto ... Está sufriendo ... Se está yendo ...".

Baski estaba destrozada. Ha tratado de que Remeta le explique o hable, pero no dijo más nada, simplemente sigue repitiendo las mismas palabras una y otra vez.

¿Debería darle hierbas para dormir como le dio a Sally?

Pero sabe que Remeta no los aceptará. Se pregunta qué le está pasando a su hija y, al mismo tiempo, si Danika estará bien.

La paliza que recibió no fue menor, y sus hematomas eran severas. Tuvo que sedar a Sally para que durmiera, habría llorado enferma debido a la condición de Danika.

Por lo que pasó ... Baski no puede ni empezar a imaginarlo.

Para una mujer embarazada, es un milagro que siga viva después de todas esas palizas. Aunque, ella apenas aguanta allí.

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