Capítulo 39
Danika siguió a Baski hasta el patio trasero, donde la mujer le ordenó que llevara algunas maderas a la bodega y las arreglara de la manera correcta.

Ella quería interrogar a Baski, pero ya la mujer mayor la descartó dándose la vuelta y dedicándose a otra cosa por completo.

¿Cómo podría Baski sacarla de algo tan importante como la ‘Presentación’, solo para que ella cargara troncos de madera?

Definitivamente, algo no encaja.

El tiempo transcurrió. Cuanto más cargaba Danika la madera, más le molestaba la espalda. Su pecho se volvió pesado. Se sentía incómoda.

Algo no encaja. Algo definitivamente no encaja. Sea lo que sea, es tan malo que la afecte de esta manera.

Ella se olvidó que una esclava nunca cuestionaba las órdenes y dejó caer el siguiente tronco de madera que llevaba.

“¿B-Baski...?”, ella la llamó. Le sorprendió que le temblara la voz.

“¿Qué pasa?”, Baski dejó caer la escoba y la miró fijamente.

Pero, Danika se dio cuenta que Baski no podía mirarla a los ojos... o a la
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